El ozono, una apuesta segura para el tratamiento del agua en piscinas y spas
Don Ozono, Palma de Mallorca Junio 2020
Dentro de las nuevas formas de purificación de las aguas de recintos tales como piscinas, spas, acuarios, estanques, parques acuáticos o estanques, la aplicación de Ozono ha cobrado suma importancia por sus ventajas medioambientales, su seguridad, la eliminación de productos químicos perjudiciales de los tratamientos tradicionales y el ahorro económico a largo plazo, entre otras.
Con la llegada del verano numerosas instalaciones acuáticas (piscinas particulares y de pública concurrencia, parques acuáticos, etcétera) vuelven a la actividad para el disfrute de sus usuarios. Es por ello, que se debe asegurar que la calidad de sus aguas es óptima y saludable a través de unos procedimientos de desinfección y depuración que mantengan los parámetros ideales para el baño.
Además, un tratamiento incorrecto puede generar consecuencias fatales para el medio ambiente puesto que el mantenimiento inadecuado de piscinas y jardines es una de las principales causas del derroche de agua. Sin embargo, un uso apropiado de sistemas de depuración de piscinas y aguas de regadío reduciría notablemente este problema.
¿Por qué usar ozono para la purificación de aguas?
El ozono es un producto natural, comúnmente conocido por las noticias relacionadas con la capa de ozono, y consta de una molécula con tres átomos de oxígeno (O3).
La molécula de ozono es uno de los oxidantes más poderosos que existen (sólo por detrás del flúor) y cuenta con una velocidad de reacción 3.000 veces superior a la del cloro. Debido a esta particularidad, oxida el hierro, manganeso y otros metales pesados.
Asimismo, el ozono es definitivamente eficaz en la reducción y/o eliminación de todo tipo de microorganismos como son los virus, bacterias, hongos, esporas, algas y protozoos. También es apto para descomponer detergentes, pesticidas, trihalometanos y otras muchas sustancias orgánicas presentes en el agua.
Es también un neutralizador del cianuro, amoniaco, nitritos, urea, así como un regulador natural del PH.
El tratamiento de agua vía ozonización se debe realizar combinado con el sistema de dosificación de cloro, aprovechando así los beneficios de ambos métodos.
De este modo, se obtiene un tratamiento del agua eficaz, sin perder calidad por la adición de ozono, ya que este desinfectante es sumamente lábil y no deja residual estable tras el tratamiento. Por tanto, el proceso de cloración se realiza sobre un agua ya desinfectada y que permite que se pueda dosificar menor cantidad de cloro al no tener que reaccionar ante contaminantes.
El resultado final es una calidad de agua inmejorable en el vaso de la piscina debido a que se superan las limitaciones del cloro como desinfectante único en este tipo de instalaciones.
Para realizar el montaje en este tipo de instalaciones, es aconsejable utilizar un sistema simple de dosificación de ozono al agua mediante burbujeo para tratamientos en piscinas con volúmenes pequeños o medianos. En las piscinas exteriores grandes, se deben utilizar laberintos para la mezcla del ozono arrastrado con el caudal de agua.
Todo ello convierte al ozono en un tratamiento apropiado y conveniente para todo tipo de aguas que, además, se benefician al recuperar su pureza eliminando olores, sabores y colores.
Gracias al uso del ozono en sistemas de depuración de aguas, se puede reducir considerablemente el consumo de productos químicos como el cloro, con los beneficios que ello conlleva para el usuario de la instalación.
Comparativa de efectividad entre diferentes tratamientos
Habitualmente las aguas utilizadas en las piscinas, son suministradas a partir del agua de distribución para consumo urbano. Son aguas cloradas, con parámetros dispares de alcalinidad, pH, sales minerales, metales pesados, etc.
La escasez de agua, obliga en ocasiones a llenar las piscinas y mantener el mismo líquido durante uno o más años y su regeneración se confía al filtro de arena y a la repetida adición de cloro y productos químicos.
Entre los sistemas de depuración para piscinas, prevalece el uso tradicional del cloro. Sin embargo, esta sustancia, que a priori no es perjudicial para la salud, requiere ser renovada constantemente para mantener el agua en perfecto estado. De lo contrario, se alterarían su composición, propiedades y apariencia.
Además, el cloro necesita un estabilizador empleado como desinfectante, el ácido isocianúrico, que deja residuos. El uso de este desinfectante conlleva la renovación parcial del agua, lo que supone un gasto innecesario de la misma. Los productos residuales del cloro son: Trihalometanos y CloraNfenicoles, ambos responsables cancerígenos.
Otro inconveniente del sistema de cloración es el riesgo que supone para el sector infantil. Se ha comprobado que una alta cantidad de cloro en el agua puede ser perjudicial para la salud del niño, que con frecuencia lo ingiere involuntariamente.
El cloro es especialmente perjudicial para los niños con predisposición genética a desarrollar alergias. Se estima que, por cada 100 horas acumuladas de asistencia a piscinas donde se emplea cloro, el riesgo de padecer asma se multiplica por 60. Por ello, los expertos aseguran que es conveniente buscar alternativas que garanticen una mejor calidad del agua para evitar problemas de salud.
Mediante el uso del ozono como método de purificación del agua, se evitan los problemas anteriormente descritos y además se obtienen ventajas notables tales como:
Menor preocupación y dedicación al mantenimiento de la instalación acuática:
Debido a la automaticidad del sistema y por la facilidad de uso. Asimismo, el agua se mantiene pura y transparente durante años, evitando los necesarios y frecuentes vaciados y llenados que, en ocasiones, se descuidan por motivos económicos y que conllevan un deterioro notable de la calidad del agua.
Por otro lado, se reducen los riesgos para el personal de la instalación al disminuir la manipulación de sustancias peligrosas.
Bienestar de los usuarios:
Al reducir ampliamente el uso de agentes químicos, el ozono aporta resultados como la apariencia cristalina y una agradable coloración azul sin alterar el Ph, la posibilidad de albergar vida en las aguas tratadas, como en los estanques o acuarios con peces y plantas, algo inviable con el resto de sistemas de purificación.
Asimismo, aporta un agua sin olor, sabor ni agentes irritantes responsables de ojos enrojecidos, piel y mucosas irritadas. Las prendas de baño y el cabello no se dañan y conservan su color.
Por último, mediante el uso del ozono, se obtiene un entorno libre de olor a productos químicos.
Ahorro:
El sistema de purificación de volúmenes de agua mediante ozono también supone un ahorro económico considerable debido al mínimo uso de productos químicos tales como el cloro, alguicidas y floculantes.
Por otro lado, se reduce significativamente el gasto de mantenimiento del equipo de depuración, el del coste anual de limpieza del vaso de la piscina y permite la conservación de ese mismo agua durante años.
En la siguiente tabla se muestra la comparación de la efectividad descontaminante entre los diferentes métodos de purificación de aguas:
¿Cómo se aplica el ozono en volúmenes de agua?
Debido a su labilidad, el ozono no puede almacenarse ni transportarse por lo que debe generarse in situ mediante ozonizadores.
A pesar de ser el más eficaz desinfectante del medio acuático y contar con una probada seguridad para su uso, la normativa española exige que, en las piscinas públicas, se dote al agua de los vasos de un residual de desinfectante que el ozono no puede ofrecer por su inestabilidad. Ello implica la necesidad de contar con un segundo sistema de desinfección, aunque definitivamente menos agresivo que el tradicional, posterior al tratamiento con ozono para producir dicho residual.
El Ozono se produce artificialmente mediante diferentes métodos. De ellos, el más usado implica el uso de electricidad a través del proceso “descarga de corona” y que involucra al oxígeno extraído a través del aire ambiente o bombas de oxígeno.
La aplicación del ozono resultante de este proceso se lleva a cabo mediante ozonizadores de diferentes tipos y potencias dependiendo del volumen de agua a tratar y otras consideraciones técnicas.
El funcionamiento del ozonizador resulta del uso de un generador eléctrico de reducidas dimensiones que, conectado a la corriente de 220 voltios, produce una tensión eléctrica, la descarga de corona, cercana a los 6.000 voltios y que produce tanto iones negativos como ozono.
El O3 que producen estos ozonizadores nunca llega a ser tóxico debido a que, al ser un gas muy inestable, no llega a acumularse y porque la producción del mismo se regula según la necesidad del volumen a tratar.
La dosificación de ozono se realiza mediante un sistema autónomo con control y regulación tanto automática como manual.
Los desinfectantes utilizados, además del ozono y en mucha menor medida, por requerimiento de la normativa vigente serán el cloro y el bromo.
La regulación de los sistemas de desinfección del agua debe ser automática de modo que permita la medición de los parámetros del líquido a la salida de los filtros y que dirija los dispositivos de corrección de los dosificadores.
Para garantizar un uso seguro y el correcto funcionamiento del sistema, siempre se deben adquirir equipos y sistemas auxiliares fabricados bajo la normativa europea y con certificado CE.
Mantenimiento de los equipos
En todos los equipos se debe realizar al menos un mantenimiento anual en el que se revisará su estado general.
Esta revisión servirá para comprobar el funcionamiento del aparato y sustituir, si fuera necesario, algún componente que pudiera haberse oxidado. Asimismo, se examinará el módulo de producción y se llevará a cabo su mantenimiento.
Cuidados de una piscina con ozono
El mantenimiento de una piscina tratada con ozono es el mismo que con cualquier otro método de purificación.
Se llevará a cabo la limpieza como se esté realizando habitualmente y se tomarán muestras o controlará el PH, residual, etc. con la misma frecuencia.
Con respecto al equipo de ozono, tan sólo habrá que comprobar semanalmente que todos los pilotos se encuentren encendidos y que el amperímetro se encuentre en sus niveles óptimos de funcionamiento.
Conclusiones
La purificación del agua es imprescindible para destruir todos los microorganismos patógenos que puede contener el agua del vaso y que ya haya sido filtrada. De esta forma, se evitan riesgos de contaminación para los usuarios.
Asimismo, se evita el crecimiento de algas, hongos, bacterias y virus manteniendo en el vaso una capacidad desinfectante residual.
Mediante el tratamiento con ozono, el desinfectante del medio acuático más eficaz y seguro que se conoce, se consigue una calidad del agua excelente y libre de microorganismos perjudiciales, se reduce el exceso en el uso de productos químicos tóxicos, no deja residuos contaminantes, es respetuoso con el medio ambiente, se evita el derroche de agua y fomenta el ahorro económico en las instalaciones a largo plazo, entre otras virtudes descritas anteriormente.
Además, los sistemas basados en ozono eliminan la agresividad de otros productos químicos que generan enrojecimiento de ojos, irritación de mucosas y piel, daño en cabello y prendas de baño.
Por todo ello, los sistemas de purificación de aguas mediante ozono se erigen indudablemente como la solución más eficiente y saludable para el tratamiento de instalaciones tales como piscinas públicas y privadas, parques acuáticos, spas, estanques, etcétera.
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le ofrece el tratamiento ideal para las necesidades concretas de cada instalación mediante sistemas de purificación con ozono cumpliendo siempre con las exigencias de la normativa legal vigente y con equipos fabricados con certificado CE.
De este modo, nuestros equipos e instalaciones garantizan un entorno acuático seguro y saludable.
La norma aplicable al ozono utilizado para el tratamiento de agua destinada al consumo y/o uso humano es la UNE EN 1.278/99 de Aenor. En ella se especifican los requisitos y métodos de análisis correspondientes al ozono. Del mismo modo, proporciona toda la información sobre su uso en el tratamiento del agua.
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